EL NIÑO QUE SE PORTA MAL

1.   ¿Qué es normal para el niño?
Para establecer lo que es portarse bien, hay que establecer lo que es “normal” en vez de anormal pues es parte normal del crecimiento parte normal del comportamiento. Si preguntamos a los adultos que es portarse mal nos dirían pelear, llegar tarde, desobedecer, ser indisciplinado, etc.
Cuando no hay reglas ni principios establecidos.
Cuando no los instruimos constantemente durante su formación.

2.   Reducción del mal comportamiento
Nos corresponde a tratar el mal comportamiento con a mor y entendimiento. Al entender y al aceptar al niño como persona, la mitad de la batalla está ganada, porque el niño al ser entendido y aceptado, así puede dejar el mal comportamiento que no sería capaz de dejar sin esta comprensión.
Aunque el mal comportamiento es una parte normal del crecimiento, ciertamente es una parte dolorosa. El niño lucha por aprender los niveles del mundo adulto porque no los sabe. El niño se porta mal porque no entiende, quiere tocar todo, hacer todos los ruidos. ¿Quién se puede quedar quieto cuando hay tanto para descubrir?

3.   Puntos de peligro
¿Hay maneras de saber cuándo es peligroso?
a. Cuando el comportamiento es consistente, crónico, la gran parte del tiempo se porta mal.
b. Cuando es deliberado, sabe lo que hace, se da cuenta de que preocupa a los padres y molesta a la maestra y a los demás.
c. Cuando no se entiende con los demás, anda solo. Tiene una vida inquieta y sin satisfacción y hace infeliz a los que están cerca.
d. Demanda constante atención.
e. El niño rehúsa a tomar responsabilidades.
f. Siempre echa la culpa a otros de sus fracasos mostrando su incapacidad de aceptar la responsabilidad por propia acción.
g. Siempre se queja de lo que los padres hacen para él.
h. Pasa mucho tiempo soñando despierto.
i.  Se preocupa mucho de las cosas que no son normales.
j.  Miente constantemente.
k. Peligro: Es demasiado tímido
Mucho importa darse cuenta en que momento el comportamiento está saliendo fuera de control. En esencia la mala conducta de un niño es un problema serio cuando es tan frecuente e intensa que es prácticamente imposible ajustarse a una vida social y normal.

4.   Necesidad de libertad de expresión
Los niños deben saber bien lo que esperamos de ellos. Si les falta esta seguridad su comportamiento llegará a ser un problema, pero nuestra actitud en general debe ser calurosa y amistosa. La consistencia no es un fin en sí; más bien es más importante amor, el sostén emocional, el interés y el entendimiento con que los niños pueden contar. El niño debe sentir que tiene libertad de expresarse en palabras y en acción.

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